ESPECIALIDADES DE LA CHAMPAGNE

Después de haber festejado la coronación de prácticamente todos los reyes de Francia, la Champagne se ha habituado a sabrosos y refinados placeres, y pone especial atención en perpetuar sus tradiciones gastronómicas.

¡PREPARE EL PALADAR!

Desde los caracoles de la Champagne hasta la salsa de Champagne pasando por las míticas y preciadas manitas de cerdo “a la Menou” y el delicioso pastel de biscuits roses con un sutil perfume de almendra, la gastronomía de la Marne es sorprendente y refinada, a la altura de sus grandes vinos.

Distillerie Guillon

¡NO SÓLO SE BEBE CHAMPAGNE EN LA CHAMPAGNE!

En las mesas más cotizadas, la ratafía de champagne, de color ambarino, luce esplendorosa durante el aperitivo o acompañada de melón, de jamón e incluso de foie gras. Otra agradable sorpresa de la Champagne es el whisky puro de malta elaborado en la Montaña de Reims, donde el agua de manantial es tan pura como en Escocia.

Además, un gran número de cervezas artesanales están a la espera de ser degustadas. Y por si todo fuera poco, la Champagne no es sólo una tierra de vinos espumosos; el Bouzy rouge, uno de los caldos más célebres, era servido en los banquetes de los reyes de Francia durante sus estancias en Reims. ¿Será porqué la receta de gallo al vino de Bouzy es tan popular en la Champagne que un gallo de bronze se alza orgulloso al lado de la iglesia de este pueblo?

Spécialité de Reims : Croquignoles Fossier

EL VINAGRE Y LA MOSATZA DE LOS CHEFS

Surgido del degüelle de los vinos de Champagne, el vinagre de calidad, de tonos claros u oscuros, es un invitado imprescindible en las mesas más selectas. Y es que un vinagre se degusta como si fuera un vino. Hablamos entonces de aromas frutales, forales o avainillados.

En cuanto a la mostaza, sus creadores echan mano de una creatividad sin límites tanto para su elaboración como para su utilización. Amarilla pálida y granulada, de un sedoso verde pistacho o de color violeta, la mostaza de Reims es un recurso de gran originalidad. Animaros, por ejemplo, a probar un filet mignon con mostaza al mosto de uva ¡es una auténtica delicia!

 

¿CROQUIGNOLES? ¡Un dulce placer!

Las croquignoles son pequeñas galletas crujientes, de tono rosado o amarillo pálido y de formas redondas o alargadas. Se pueden degustar solas o como acompañamiento de cremas, mousses y otros postres. 

Como también lo son los nonnettes, pasteles de pan de miel y especias con un meloso interior de mermelada de naranja o mirabel. Cabe destacar también el famoso biscuit rose de Reims, con azúcar glas espolvoreado por encima, que nuestros antepasados degustaban acompañado de champagne e incluso mojándolo en vino de Bouzy.

Y para acabar, ¡la guinda del pastel! Hablamos de los bouchons de champagne de chocolate, con fino champagne en su interior.

UNA COCINA ARRAIGADA AL TERRITORIO

Coles, carnes de caza y cereales son los ingredientes tradicionales de la cocina champenoise. Un gran ejemplo es la potée champenoise, un guiso de verduras y vianda salada acompañado de col hervida en caldo de carne y verduras.

La gastronomía de la Marne también incluye los lentillons de la Champagne, unas lentejas finas y ligeramente rosadas; el jamón de Reims, con forma de lingote, aderezado con champagne y cubierto por pan rallado; y las manitas de cerdo al estilo “Sainte-Menou” cocidas a fuego lento y luego rebozadas. Y para animar las sobremesas nada mejor que disfrutar de los quesos artesanos de cabra de la Marne…

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